Saturday, May 14, 2011

Mayo de 1968

CARTAS A MI FAMILIA
París, 21 de mayo de 1968

(...) Ya sabrán que se ha declarado una huelga general en esta ciudad y en buena parte de Francia. A ver en qué para todo esto. De Gaulle ha anunciado su discurso para el viernes, y entretanto, en la Asamblea Nacional, se lleva a cabo el debate sobre la moción de censura al gobierno.

El domingo me fui un rato con Anne (1) al Jardín Zoológico del Bois de Boulogne. Más tarde sus papás me vinieron a dejar en coche a mi cuarto.
El lunes salí temprano a comprar algo para comer. La gente estaa medio alocada aprovisionándose como si estuviéramos en guerra. Tuve que hacer cola durante casi una hora, sólo para comprar unos yogurts, un jugo, pan tostado y mermelada. Las amas de casa pedían kilos de azúcar, de conservas, etc.
El transporte público sigue paralizado. Y los taxis, claro, escasean. En el radio dijeron que muchos automovilistas estaban haciendo provisión de gasolina, lo cual no era necesario. Aunque quién sabe…
Para salir o entrar a Francia hay que hacer el viaje en coche hasta la frontera, y tomar en Bruselas el avión.

Ginette (2) habia quedado de pasar mañana a verme, pero me dijo que su papá no podía venir a dejarla y recogerla en coche, así que me escribirá. Los correos estuvieron cerrados hasta hoy, así como los bancos, y ahora resulta que mañana y pasado son feriados: por la Asunción.
Comí y cené aquí, pues, y me la pasé leyendo y escribiendo, y acabando de coser mis sábanas.
Hoy comí en la Unesco con una muchacha inglesa que conocí en casa de Gonzalo Ceja (3)(uno de los pintores mexicanos que vinieron conmigo en el avión, ¡hace ya siete meses!). Ella trabaja en el Departamento de Educación y lleva cuatro años en París. Tiene un coche que se trajo de Inglaterra. Estaba con una amiga suya, una irlandesa que trabaja en la Sección de América Latina y quien me dijo que tal vez más adelante yo podría conseguir trabajo ahí. Me encantaría, porque siento que el de la Unesco un ambiente muy agradable.
Volví a mi cuarto y a las tres llegó Flo, la francesa a la que le estoy dando clases de español. Ella anda en moto. Yo hubiera querido irme con ella al Barrio Latino, pero resulta que no tiene permiso para llevar a un pasajero, así que después de que se fue, nada más caminé a la Biblioteca del 7eme a traducir un rato –unos poemas de Dylan Thomas-, y me vine a cenar.

Hace rato salí a telefonear a Zulima (4) me dijo que la mamá de Mónica había llegado el viernes en la mañana, y me proponía que saliera con ellas una de estas noches, pero francamente no estoy como para echarme una caminata de una hora, con el frío odioso que hace (me parece que está resultando más molesto qe el de invierno....).

Mañana sí alcanzaré a Anne en el Jardin de Ranelagh para acompañarla en lo que cuida a una niñas, tarea que yo haré en su lugar el resto de la semana, en las mañanas.
Una noticia desagradable: me llegó con mucho retraso una carta de la Embajada Francesa en México; por la impuntualidad característica de los trámites tanto en la UNAM como en el Gobierno, resulta que ahora tengo que cubrir una parte de mi pasaje México-París. Les contestaré ahora y le pediré a la Cone - a ver si no se cansa de tanta moledera- que se encargue de ello.
...

Zulima me trajo de Holanda una cucharita de plata muy linda. Con ella y Mónica estuve en Bélgica en noviembre, a poco de habernos encontrado. Hacía un frío de los mil demonios, y no dejó de llover!
Anne y yo habíamos pensado en ir a Amsterdam en junio, pero creo que va a estar... pelón.

Viernes 24
Al día de hoy, ninguna noticia de México. Lo ultimo que recibí, el viernes pasado, fue carta de mi papá con el cheque. Espero que todos estén bien.
Hoy es el ‘gran’ día en que de Gaulle se va a dirigir al pueblo francés. La moción de censura no tuvo suficientes votos, o sea que él seguiráa en el gobierno.
El miércoles hubo otra manifestación en el Barrio Latino, pues parece que ahora no quieren dejar entrar a Cohn-Bendit, el líder de los estudiantes que andaba por Alemania y Bélgica.
Yo trataré de ir hoy al Barrio, a ver a Zulima, pues ya me harté de esta encerrazón.

Ayer estuve, de 9.30am a las 12.15, y de 15 a 18 a cuidar a las niñas que cuida Anne, pues ella tenía que estudiar para unos exámenes. De ida, me eché la caminata de una hora, hasta el otro lado del Sena, cerca del Bois de Boulogne. Afortunadamente, las dos niñitas, de tres y cuatro años, se portaron bien, y no tuve problemas. La mama es norteamericana y está divorciándose; las pobres criaturas están casi abandonadas. La mayor tiene una especie de parálisis del lado derecho; necesita un aparato para caminar. Es normal en todo lo demás, entiende todo lo que se le dice, pero la señora hace muy poco por enseñarle a hablar o a mover la mano. Estuve con ellas casi todo el tiempo en el jardín, pues hacía buen tiempo. A las seis y media, después de que las dejé con su piyama puesta, me despedí. La señora me pagó 10 francos, lo de la tarde; a Anne le dará lo de la mañana.

Con eso de que seguimos sin metro, todos el mundo –bueno, en general los estudiantes ‘pobres’ pedimos auto-stop. Yo esperé a que pasara una señora más o menos ‘popis’, pues podía dirigirse al 7eme, que junto con el 15eme es el barrio más burgués. Pues para mi gran sorpresa: la mujer resultó ser mexicana. Vivió en México hasta los 18 años; y está en Francia desde hace cinco, casada y con dos niños. Se portó muy amable, y me dejó en la Ecole Militaire, de donde caminé unas cuantas cuadras para llegar a mi edificio. 5)
Creo que es todo por ahora: tender vacaciones a partir de junio.
...
30 de mayo

(…) Me dice Ma. Jeanne 6) que saldrá este domingo rumbo a Bélgica, de modo que continúo a enviarles (sic) noticias mías, aunque les lleguen con cierto retraso y aunque yo no pueda saber nada de ustedes por el momento. Hace tres días había escrito toda una carta a mano, pero como ocupé mucho papel y aún me quedan muchas cosas por contarles, ahora que tengo tiempo la rehago a máquina (en mi querida Underwood que compre a los dos meses de llegar a Paris). No sé cuándo les iran a llegar, pero el 25 mandé una con Zulima, que la enviaría desde Londres; el 27 una con un amigo de Ma. Jeanne que fue a Bruselas; el 28, otra que un amigo de las directoras del Foyer de Zulima se encargaría de poner en Bélgica; hoy di una más para ustedes a Ginette, pues un amigo de su papá va a Nueva York; y hoy también una para mi male, quemi maestra Florence Cousin enviará desde Bélgica en cuanto pueda salir de aquí. ¡En fin!

Si antes, durante la semana del 17 al 24 (en que eché unas en los buzones de la ciudad) no me había mosqueado por buscar a gente que saliera, era porque, muy optimista, tenía la esperanza de que la huelga acabara pronto, y todo volviera a la normalidad. A partir del 24 en que estuve con Zulima y pasé una noche en el Barrio Latino, en el hotel donde se alojaba la mamá de Mónica, empecé a inquietarme. Y para estas fechas ya no tengo ninguna esperanza de que esto acabe, bien por lo menos.

Acabo de oir por radio el discurso que pronunció De Gaulle hace algunas horas, y enseguida las opiniones de los representantes de partdiso y sindicatos; la mayor í.a juzga que lo que dijo es, ni más ni menos que un desaf ío a la guerra civil. A pesar de que todos, franceses y extranjeros, estábamos en condiciones de esperar lo inesperado, no niego que la noticia me ha dejado fría, y que nunca pensé que De Gaulle pudiera ser tan orgulloso, tan imbécil o tan confiado en sí mismo(me estaba acordando de que en 1966 estuvo en Mexico; visito el IFAL, y nos saludo de mano, a las estudiantes que estabamos en clase a esa hora; me parecio un gigante!) como para declarar: “no me retiraré; dejaré que el pueblo decida; si es necesario, emplearé la fuerza”... o algo semejante. El referéndum citado para el 16 de junio se atrasará, y ni obreros ni estudiantes parecen dispuestos a aceptar esto. Continuarán, dijeron, en paz y en calma, la lucha. Así que, por lo pronto, la huelga sigue. ¿Qué les parece?
Yo me esperaba un París lleno de emociones, pero juro que nunca hasta este grado. Por lo pronto, empezaré a empacar para irme a Inglaterra la semana entrante.
Imagino que estarán enterados de las noticias principales de estos días, así que no me detendré más en ello, para no hacer demasiado pesada –material y ‘moralmente’ esta carta.
Afortunadamente, no he perdido el contacto con ninguna de mis amigas de aquí, y estoy contenta de ver cómo se han portado conmigo. Anne ha venido dos o tres veces esta semana, una de ellas se quedó a dormir, pues había venido del Barrio Latino, de aventón, y ya no podía regresar a su casa; la pobre de Ginette pasó hoy en la mañana; sus papás la trajeron en coche a París y se vino a pise desde la Place de l’Etoile, casi una hora de camino. Más tarde pasó Sally 7) también a pie desde quién sabe dónde, y fuimos a comer un sanduich a la cafetería de la Unesco. Me contó que se había informado con un maestro del IPFE que, con estos líos de huelga y ocupación de la Sorbona por los estudiantes (pensar que estábamos celebrando mi cumpleaños, tomando café ella, Anne, Ginette y yo, a unos pasos de la Sorbona, cuando vimos entrar en el edificio a los agentes de seguridad, con cascos, escudos y macanas!) que ya no se sabía nada de las listas de alumnos del Instituto; por lo tanto, cero exámenes y cero diplomas. Para lo que nos pueden importar ahora.

Les conté ya en mi carta del 28 –que a lo mejor reciben después que ésta- que el banco en el que tengo mi cuenta, como es pequeño, no ha cerrado, así que pude depositar ahí los dos cheques que me mandó mi papá: 355 francos en total. Por lo pronto saqué trescientos. Me compré unos libros y dos discos de la colección Seghers de poesía: de Villon y de Brassens. Todavía me queda una buena reserva en el banco, no se preocupen. Si tengo que salir de aquí, saco todo y me voy a Londres, y de ahí a casa de mis tíos 8), a donde entonces me podrían mandar algo. Si la huelga termina, entonces me quedo aquí, espero el pago de mi beca, etc.

El tiempo -climático- se ha puesto delicioso. Lástima de todo el resto... Los museos
están cerrados, no se ve a muchos turistas; las calles están horribles de sucias, pues los basureros también están en huelga; la limpieza más elemental est á a cargo de carros militares enviados por el gobierno. En general, la provisión de víveres está bien, salvo que, como las señoras ‘se sont affolées’ los primeros días, ya no queda ni un grano de azúcar; pero siempre esta la leche Nestlé que sirve casi para lo mismo. Los grandes almacenes están ocupados por los huelguistas, y así... Los vuelos a Londres, Bélgica y Ginebra están asegurados (otro galicismo, creo) por aviones militares.

A fin de cuentas, puede que el único país que esté ahorita en paz –y eso porque no tengo ninguna noticia de lo contrario- sea México 9). Así que probablemente me vean pronto de regreso. Y... no hagan caso de lo que les decía en otra carta: no es tan dramático para mí el volver. Al contrario, después de esta experiencia extraordinaria y, ¿por qué no? Maravillosa. Pero dénse cuenta de que es en estos momentos precisamente, cuando más ganas tengo de permanecer en Europa: será lo que sea, pero no me resigno a perder un solo minuto de éstos.
Por otra parte, tengo ganas de verlos! Tengo ganas de hablar con todos y cada uno de ustedes: papá. mamá, Cone, Susi, Ofe, mi Pablín. De ver mi ciudad hermosa, de caminar por sus calles, de oír a su gente. Ganas de ver a los amigos, y de trabajar
allá, claro. Estoy dramática, perdónenme. No se inquieten por mí, cuídense, que yo haré lo mismo, lo prometo. Mi amor para todos.

Viernes 31 de mayo
No sé por qué andaba con la idea de que hoy era jueves y de que podía esperar hasta mañana para continuar ésta, pero como Ma. Jeanne saldrá mañana temprano, pasaré a dejársela hoy en la noche. Ayer estuvimos Anne y yo con ella un rato, comentando el discurso de De Gaulle; Ma. Jeanne estaba preocupada y molesta.
Hoy en la mañana fui con Anne a la Embajada Mexicana,: lo único que pueden hacer es enviar correspondencia con gente que vaya a México (periodistas, etc.) y me dieron la dirección de donde están saliendo a diario autocares rumbo a Bruselas. Me dijeron que no vale la pena reservar, que mejor llegar ahí en cuanto uno quiera partir. Por otra parte, en el radio dijeron que los vuelos a Londres se estaban limitando, y que los extranjeros qu quisieran salir de Francia, sólo podrían sacar de aquí, en moneda francesa, mil francos. Vi que en la Embajada los últimos periódicos eran los del 13 de mayo, lo cual me parece exagerado pues la huelga definitiva no empezó hasta el 18.
Parece ser que a partir de mañana, algunos servicios empezarán a regularizase: el de correo en el interior del país, y el de venta de gasolina. Por cierto, detalle chistoso para mí, que no lo había entendido, desde antier veía a toda clase de gente en bicicleta: señores, muchachas, viejitas. Anne me explicó que, claro, todos ellos se acuerdan muy bien de la última guerra, y reaccionan en consecuencia. Si no hay gasolina, queda la bicicleta como medio de transporte ideal.

Hoy me puse a acomodar parte de mis ‘chivas’. Es horrible la cantidad de cosas que he llegado a acumular! Y que no pienso tirar... Todos los periódicos y revistas con informaciones sobre la huelga, libros, cartas –y eso que no he guardado sino las de la familia y algunas otras; mis apuntes de viaje, y todos los planos y guías de París, Bruselas, Londres, Madrid, etc.... Nada de eso, claro, me cabrá en las maletas, así que ya lo metí en cajas de cartón. Todavía me quedan 1,800 francos en el banco, aparte de la ‘lana’ de los libros que me tienen que reembolsar, de modo que por ese lado no me preocupo.

Ahora sí ya hace bastante calor, y no dan muchas ganas de salir a la calle!
A estas horas ya está formado el nuevo gobierno provisional hasta las elecciones . Aparte de algunos casos de represión de los CRS en povincia, y de pláticas entre los sindicatos para la vuelta al trabajo, por el momento no se sabe más.
Me esperaré a comprar Le Monde, que sale a las 2pm pero que por aquí no llega sino hasta las tres y media o cuatro. ¡Ayer sacaron cinco ediciones!
Parece que la mamá de Ginette se quedará sin trabajo. Estaba empleada en una agencia de publicidad, que acaba de cerrar, tal vez definitivamente. Ginette me cuenta que la revista Marie Claire ha desaparecido. Y luego, quién sabe si los demás periódicos, como el Nouvel Observateur, que se ha mantenido del lado de los estudiantes, vayan a poder continuar con el próximo gobierno.

Por más que me quiebro la cabeza, no acabo de comprender completamente la situación. Ma. Jeanne y Anne comentaban anoche que, sea como sea, van a caer en una dictadura, ‘del color que sea’, ya que la economía del país se ha venido por los suelos, y que la única manera de levantarse será imponiendo el orden de la fuerza y el trabajo en todo el país. ¡Hay que ver lo que han comentado los franquistas en Madrid! Uno se pregunta, qué sentido tuvo entonces la lucha? Pero nada era previsible, cada día ha traído una sorpresa. Las dos me decían que feliz yo que era extranjera. Anne, ¡es fantástica!, empezó a pensar muy seriamente en tomar partido y ‘s’engager’ en un movimiento determinado. Hablaba un poco como el Sartre de Los caminos de la libertad. Que no importaba que tuviera sólo 19 años, que sus padres comprenderían bien su decisión. ¿Se imaginan esto? Cuando ella nació, sus padres acababan de salir de la segunda guerra mundial!

Estuve un rato en la Biblioteca traduciendo, y ahora me vine a cenar. La gente, en los cafés, en la biblioteca, en la calle- se ve más o menos tranquila y esperan en general que para el martes (ya que el lunes es de Pentecostés) todo vuelva a la normalidad. Hoy no ha habido ninguna manifestación. Toda la atención se concentra ahora en el problema obrero. Acerca de los estudiantes, sólo se ha dicho que los exámenes de bachillerato tendrán lugar en julio.
Telefoneé a la agencia de viajes y me dijeron que diario hay salidas para Bruselas, a las 9, las 11, 13, 14 y 18 horas; yque el boleto cuesta 50 francos.
Voy a dejarle la carta a Ma. Jeanne. Pienso ir mañana a la Feria Internacional de París, a falta de otra distracción.
Mil besos y todo mi amor,
(firmado) Irene
...

Notas de mayo de 2011

1) Anne Chomel, originaria de Aix-en-Provence; cuatro años menor que yo, la segunda (con su gemela) de una familia de ocho hijos. Nos conocimos en el Resto.U. del Bullier. De entrada me dijo que soñaba con ir a México, y allá vive desde 1970. Gran amiga mía, de Susi y de mi mama, a la que veo cada vez que viajo a mi país de origen.

2) Ginette Marot, de mi edad; hija única, vivía con sus padres en las afueras de París; nos conocimos en el autobús de regreso de Londres (¿). Terminó casándose con un español , con quien vive hasta la fecha en Madrid, padres de dos y abuelos de cinco, creo.—La última vez que nos vimos fue en Madrid, cuando muy gentilmente pasaron a recogernos a mi mama, Eugenia y a mí para llevarnos a Toledo por el día.

3)El y Francisco Zanabria se portaron muy bien conmigo, despues de que a mi llegada no encontre lugar en la Casa de Mexico, y tuve que regresar a la ciudad con mi maleta y buscar alojamiento en una Maison de Jeunes Filles, de la rue Mouffetard. --No volví a saber de él, hasta hace unos días, en que por ver su nombre en la lista de créditos de “Como agua para chocolate”, la película, se me ocurrió buscarlo en Internet, y me enteré de que había muerto –se habla de una sobrina, su heredera...

4)Zulima Naval; la conocí en la Universidad; estudiaba Historia, con Armando Torres-Michúa y Roberto Moreno de los Arcos. Nos fuímos a encontrar en el metro de París. Ella estaba con Mónica en una Pensión para Señoritas. Nos hicimos amigas, y a raíz de la huelga, su madre, refugiada de la guerra civil Española, tenía una librería en México y se puso en contacto con mi padre. Su hermano Eduardo se dedicó a escribir; de él leí esta frase sorprendente: “Nací en el exilio”, antes de terminar viviendo en España.—De Monica no se nada mas que era tambien estudiante de Historia; morena, de aspecto enfermizo y familia acomodada. Ni siquiera recuerdo su apellido.

5)7 Ave de Saxe, 7eme, no lejos de las estaciones de metro Segur y Sevres-Babylone.

6)Ma. Jeanne Poux. Habia viajado a Mexico, y mi mama la conocio en el aeropuerto, cuando al regreso de Acapulco, la francesa no encontro a los amigos que debian ir a recogerla. Mi mama, que ya hablaba bien el frances, despues de sus estudios en la Alianza, le ofrecio hospitalidad por una noche, y en la casa, le contamos que faltaba poco para que yo viajara a Paris, con la beca. Ella me mostro a su vez, una gran hospitalidad. El cuarto que alquile era el que habia desocupado el hijo mayor de su prima y su marido, un doctor martiniques. Ma. Jeanne vivia en un departamento en el mismo edificio. Era guia de turistas; hablaba perfectamente el ingles, y algo de espanol. La volvi a ver, con Brian, tal vez en 1977 ya casada.

7)Sally Howe, norteamericana, originaria de Massachusetts. Nos volvimos a encontrar en Nueva York en octubre de 1969, a mi llegada para trabajar en las Naciones Unidas. Ella terminaba su maestria en Columbia University. Seguimos en contacto acaba de jubilarse de maestra de frances en Orange, Mass.

8) Leticia y Gordon Lakin, quienes Vivian con sus tres hijos en Burton-on-Trent. Habia pasado mi primera Nochebuena fuera de Mexico con ellos, en Nottingham.

9) Desmemoriada, o ya entrenada en los mecanismos de evasion. Mexico, es cierto, no estaba en guerra (tampoco lo estaba Francia). No obstante, en los meses inmediatamente anteriores a mi viaje, las politicas del Rector Chavez de la UNAM, habian provocado que los estudiantes se declararan en huelga.... Yo ya no tomaba cursos; estaba preparandome para defender mi tesis (“El Modernismo y la teoria del Arte por el Arte”, ni mas ni menos! Que me dirigia el gran Juan Jose Arreola). Mis companeros de Facultad, mis mejores amigos, mi novio, insistian en que fuera con ellos a las reuniones. Yo me sentia aterrada ante la propuesta, paralizada de la ansiedad. Para que? Yo ya me estaba yendo...—Si hubiera regresado a Mexico en septiembre de 1968, habria sido testigo de los actos estudiantiles y de represion policiaca que desembocarian, el 2 de octubre, a la sombra del barullo de las Olimpiadas (Zuilima regreso y se hizo edecana), de las escenas publicadas en la prensa, en particular de la que lleno una pagina de los diarios que lei en Burdeos (v. NB): una fotografia memorable y sumamente significativa por ‘incompleta’: de pie y de espaldas a unos tanques, o con una rodilla en tierra, mirando hacia arriba, tres o cuatro soldados mexicanos –rasgos indigenas entre el casco y el cuello de uniforme-, con expresion tensa y feroz, apuntan hacia las azoteas de los edificios del conjunto habitacional de Nonoalco-Tlatelolco... (cf. Fuerte es el silencio, de Elena Poniatowska, entre otros).
...

NB: No volvi a Mexico hasta septiembre de 1969, despues de haber aprobado el examen de traduccion en las Naciones Unidas.- Para octubre de 1968, el Ministerio de Educacion de Francia nos tenia reservado, a mi y a otros becarios, un puesto de asistente, en mi caso de espanol y en Burdeos, en un liceo para ninas.

No comments: