Thursday, March 8, 2007

MUJERES DE PALABRA

MERCE RODOREDA

Mercè Rodoreda nació en Barcelona, en 1909 -el mismo año en que la sueca Selma Lagerloff recibía el premio Nobel de literatura-, y empezó a publicar durante la República española, cuando Cataluña era autónoma y sus ciudadanos tenían entera libertad de hablar, escribir y estudiar su propio idioma. Entre 1932 y 1937 publicó cinco novelas, además de varios cuentos y artículos, y se le reconoció como una de las jóvenes promesas literarias catalanas.

De 1936 data "Aloma", revisada en 1968. Ya son evidentes en esta obra algunos de los rasgos más característicos de su autora: la descripción poética y melancólica de la naturaleza (incluso la mínima belleza natural de las grandes ciudades: las flores de un jardín, el aire nocturno, la cercanía del mar); la morosidad en la presentación de los personajes; la exactitud del tono de voz de la protagonista, una joven que empieza a conocer la vida con una herencia de soledad y tristeza. Se trata de una novela que recorre un fragmento de la historia de una familia en Barcelona, de la casa familiar que se ha de perder; y un fragmento de la historia de España, cuando está por estallar la Segunda Guerra.
En 1939, con el fin de la guerra civil, el mundo de Mercè Rodoreda se derrumbó. Se exilió en Francia, y a la llegada de los nazis, en Ginebra. Dejó de escribir durante casi veinte años.

La publicación de "Veintidós cuentos" , en 1957, anunció su regreso a la escena literaria, y a partir de entonces produjo regularmente novelas. Más ambiciosa que la anterior, "La Plaza del Diamante"(1952, traducida al castellano en 1965), se narra en la voz de una mujer del pueblo, apenas capaz de expresar sus pensamientos, pero cuyo desarrollo emocional vamos siguiendo desde que conoce el amor en un baile hasta el fin de la tragedia de la guerra civil.

Gabriel García Márquez ha dejado constancia de su admiración por la Rodoreda. De "La Plaza del Diamante" dijo que era la novela más bella publicada en España desde la Guerra Civil, y en otro momento confesó haberse inspirado, para la muerte del Dr. Juvenal ("El amor en los tiempos del cólera"), en "Una carta", pequeño cuento muy conmovedor que figura, por cierto, no entre los Veintidós citados, sino entre los diecisiete que constituyen la colección "Mi Cristina y otros cuentos".

Vinieron después La calle de las Camelias (1966), y "Jardín junto al mar" (1967).
Sin embargo, fue "Espejo roto" (1975) la novela con que Mercè Rodoreda se convirtió en una escritora de éxito. Su obra ha sido trasladada del catalán al inglés por el excelente catalanista norteamericano David H. Rosenthal, quien apunta en su prefacio: "Mercè Rodoreda, la mayor novelista catalana contemporánea y posiblemente la mejor autora mediterránea desde Safo...".
En vista de lo anterior sorprende muchísimo que los Veintidós cuentos hayan sido traducidos por primera vez del catalán al castellano apenas en 1988: ¡28 años después de publicados!
En un ensayo crítico sobre "The color purple", de Alice Walker (fem, México)*, al referirse a su protagonista, la autora del presente artículo hace alusión a Colometa, la de "La plaza del Diamante", como un ser al que le "pasan cosas" y que tiene que sufrir mucho para poco a poco tomar conciencia de sí misma y de su lugar en el mundo, aunque cuando esto ocurre ya ha perdido tanto, que su conciencia adquiere la forma de un suspiro de resignación. Sin embargo, la percepción de la autora está ahí, tratando de entrar en el corazón de Colometa, su poco elocuente antiheroína: "Me decían que estaba buena, como si fuera sopa...."
*ver mas adelante en estas paginas.

Es notable el manejo del idioma, ya sea en la descripcion de los objetos de que se rodea una vida, ya en la de los sentimientosy las emociones: los sobresaltos, las intuiciones, las expresiones del alma femenina.
En la obra de Mercè Rodoreda figuran varias mujeres como la Colometa , que saben hablarse sobre todo a sí mismas, pero tienen dificultad para expresarse ante los demás. A decir verdad, no sólo la mujer, sino también su pareja masculina a menudo mira el mundo con desesperación, incapacitado de decir lo que siente, lo que lo atormenta. Otro tema es la metamorfosis, real o imaginada, que sufren sus personajes. No es difícil ver la relación que puede existir entre esa percepción del ser humano víctima de una especie de afasia y convertido en otro, con la experiencia de la guerra, la prohibición del vencedor franquista de que se hablara el catalán en Cataluña, y el exilio.
"Espejo roto" es una novela de madurez, estructurada en una serie de capitulos como camafeos. Segun su autora, a poco de iniciarla, tuvo que llevar un registro de los personajes y sus relaciones. Eligio como epigrafe una frase de Stendhal: "Una novela es un espejo que paseamos a lo largo de un camino".
En el fondo, todos sus personajes estan solos; se definen mejor por su relacion con su entorno, con los objetos, que con otros seres humanos. Asi, las descripciones de los interiores, de la ropa femenina, de las joyas, son preciosistas: una mirada se fija en ellos, llena de melancolia, como tratando de encontrar en la suavidad o el brillo de la seda, en la filigrana del abanico, en la pulida caoba del escritorio, el sentido de la vida humana.
Los cuentos pueden ser fantasticos y hasta surrealistas. Antes se hizo alusion a la metamorfosis como uno de los temas subyacentes. Uno de esos cuentos termina asi:
"Todo se habia vuelto fresco y facil. Divino. Me habia convertido en pez. Y lo fui durante mucho tiempo."


Mercè Rodoreda murió de cáncer, en Barcelona, en abril de 1983. Valgan estas notas como una invitación a seguir el ejemplo de Gabo.

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Bibliografía:
"Aloma", traducc. de Alfons Sureda i Carrión, Alianza Editorial,1982, 158 p.
"La Plaza del Diamante", trad. al castellano en 1965.
"Espejo roto", Seix Barral, Barcelona, 1978.
"Mi Cristina y otros cuentos", trad. de José Batlló, Alianza Editorial, 1982, 145p.
"Veintidós cuentos" (publicado en catalán en 1959), traducción de Ana Ma. Moix, Mondadori España, 1988, 225 p.